Ante un punto de inflexión: ¿nuevos aires en el CERA?

Ante un punto de inflexión: ¿nuevos aires en el CERA?

Muchos han sido los años en los que los aficionados han pedido, casi rogado, un cambio de aires en el Campeonato de España de Rallyes de Asfalto. Este año, parece, esos ruegos podrían haber sido escuchados, llevando al CERA hacia un tiempo nuevo.

Durante muchos años, todos bajo el mandato Porsche, hemos asistido a una destrucción de la diversidad automovilística en nuestro nacional. De tener varios coches peleando por las posiciones de más prestigio habíamos pasado a podios, uno tras otro, con nombres alemanes. Es indudable que se trata de un coche muy espectacular, tanto por su movimiento en el paso por curva como por su ensordecedor sonido, ¿pero se trata de la mejor opción?

Gran parte de la afición, entre la cual me incluyo, hemos disfrutado de esos monstruos de circuitos reconvertidos en monstruos de los tramos. Pero eran monstruos que se alimentaban del apoyo de marcas. Como el agua y el aceite, si uno estaba arriba el otro no podía estarlo.

Casualidad o resultado, con la nueva normativa que brida los Porsche han aparecido dos marcas para apoyar nuestro campeonato. La primera ha sido Mitsubishi-Repsol, que ha demostrado tras su paso por el archipiélago canario que vienen para dar guerra. Esta nueva dupla oficial, capitaneada hasta ahora por Cristian García y a quien se le añadirán a partir de Córdoba el madrileño Alberto Monarri y el catalán Jan Solans, ha demostrado que la unión entre piloto y marca oficial es posible en España. Ahora sí lo es.

La otra marca ha sido Citroën. O más bien lo ha sido Sports&You, su satélite luso. Gracias a él y a su adhesión con el Vallejo Racing, podremos disfrutar en nuestro país de un proveedor de piezas oficiales de Citroën Racing y de un coche, el primero en mucho tiempo, con ellas montadas.

Además, el nuevo plantel no sólo se queda ahí. Junto con estas dos marcas han llegado nuevos coches. En Canarias pudimos ver a Iván Ares (que disputará el regional gallego) y a Jonathan Pérez con sendos Ford Fiesta R5. La apuesta por estos vehículos sí parece, por fin, algo consistente a pesar de la superioridad mostrada hasta ahora por el N+ de Mitsubishi.

Aún nos quedan por ver en acción los nuevos N5, esos Maxi Rally que triunfan en América del Sur. Hasta Ferrol, según parece, no podremos ver uno luchando por tiempos en el nacional, pero se presenta como otra atractiva alternativa a los ya casi extintos Porsche (con la salvedad del que mantienen los hermanos Burgo).

Pero no centramos todos los focos en las novedades. No todo se ha hecho mal. Tenemos el ejemplo de Suzuki Ibérica y su Copa Suzuki Swift o sus dos Swift S1600; tenemos a la Red Opel España y sus dos Adam R2; tenemos a Renault, o a Dacia más bien, con su copa de promoción proyectada a los más neonatos; y tenemos también el Clio R3T Trophy ibérico, liderado hasta ahora por Surhayén Pernía y por Fran Cima.

Si estamos ante un punto de inflexión en nuestra historia rallísitca, o si nos han dado gato por liebre con estas nuevas homologaciones (hablando del N+ y del N5) no lo sabremos hasta, aproximadamente, mitad de temporada, cuando los veamos a todos juntos y cuando podamos, al fin, sacar las primeras conclusiones serias. Mientras… sólo nos queda soñar y esperar que todo esté evolucionando hacia algo mejor.

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